El resultado del cual habla el título no proviene de una encuesta y tampoco de una proyección basada en argumentos de inferencia estadística, sino que reflejan una percepción de personas comunes y corrientes que van a sus trabajos a diario y entre los cuales algunos desde la noche del 13 de diciembre expresaban su apoyo a Frei en segunda vuelta, en tanto otros van evaluando el acontecer de a poco y confluyen a la misma decisión día a día. En forma coincidente al momento en que redactaba este artículo me enteré del apoyo de Carlos Ominami a la candidatura de Frei, lo cual avala su contenido y la cifras consignadas.
Sin desmerecer ni generalizar, en esto de estar en contacto con la gente que anda en la calle, hay taxistas que se manifiestan claramente por Piñera y su apreciación negativa de las cosas y la fuerte dosis de descalificación al igual como si nos encontráramos en el 12 de septiembre del 73, hacen ver el tipo de personas que serían partidarios del gobierno si es que llegara a ganar la derecha. En concreto se puede ser muy crítico de conglomerados y de personas, más aún las críticas se tienen que hacer con nombre y apellido, pero nunca debe existir la intención de desearle la muerte a nadie, concepto que personas de extrema derecha no sólo lo han manifestado en algún momento de la historia sino que también lo han practicado. El problema es que hay piñeristas que en pleno 2010 se expresan de esta forma.
En ese ir y venir por la calle, se observa una cuestión de lógica y es quien votó por Piñera la primera vez sigue otorgando el apoyo en segunda vuelta a ese candidato.
Es imposible en una época histórica como la que vivimos, no admitir que hay personas que en primera vuelta no fueron adherentes de Piñera y hoy tienen la decisión de darle el apoyo, ello es un signo que por características especiales de esta elección se presentó por primera vez una alternativa de atreverse a apartarse de la Concertación, sin estar en la derecha o en la izquierda y que convergió en la candidatura de Marco Enríquez Ominami, hecho muy significativo que otorga un grado de incertidumbre a estos acalorados días de verano y ello en forma transversal para todo el país, ya que en Punta Arenas las temperaturas son más altas que las que se registran en los meses de invierno. Lo que sí también se comprueba que el trasvasije hacia la candidatura de la derecha es de uno a la vez y en una de esas a lo mejor alguien ya estaba adentro y para efectos publicitarios salió y volvió a entrar, por tanto no se debe contabilizar.
También se observa y esto va en directa relación con el resultado previsto, que el flujo de personas que van hacia la candidatura de Frei es mucho mayor, cuando se incorpora uno lo hace con valor agregado (acompañado de otros) y ello porque a pesar de todo hay factores humanos de encuentros en luchas pasadas que ayudan a aglutinar. Además, hay certeza que los que entran vienen de lugares diferentes.
No obstante las corrientes favorables que indican una tendencia de que Frei va ser el próximo Presidente, no se puede desconocer las características particulares de todo lo que ha sido el actual período eleccionario desde su génesis en adelante, sobre eso se puede hacer un análisis extenso que no viene al caso para este momento. Hay en esencia un período de la historia diferente donde incluso quien a la fecha tenga la intención de voto nulo o blanco puede tener cabida, pero no a costa sólo de que no salga la derecha, al surgimiento de un nuevo referente político o la introducción de cambios en la política, sino que a la incorporación de actitudes diferentes desde los diversos lados. En función de los resultados electorales del 13 de diciembre, para el día 17 de enero no habrá un coalición ganadora, será un grupo de fuerzas que les preocupa un país mejor y advierten que si bien es cierto en 20 años se han hecho obras positivas, también hay cosas que no se han hecho que es diferente a que faltan cosas por hacer.
En lo anterior y esto lo debe entender el próximo gobierno, no se trata de haber alcanzado una adhesión incondicional al programa de primera vuelta y tampoco basta con algunos puntos de acuerdo o compromisos, sino que en forma rápida se debe recapitular y llegar a reestablecer la mística del triunfo del NO, como lo expreso en la presentación de un blog que me pertenece cuyo enlace es http://luisosorio.unblog.fr
Es claro que lo efectuado en todos estos años de gobierno no debe echarse por la borda, más aún muchas cosas requieren mantención para que sus beneficios se prolonguen en el tiempo, lo que se ha hecho mal indudablemente hay que corregirlo pero no necesariamente por la vía de llenarnos de fiscalizadores que va en analogía con la cantidad de policías que pretende la derecha para combatir la delincuencia. El fondo del problema es la mala educación de las personas que también se traduce en el accionar incorrecto, aquel que haya sido parte de un acto de corrupción tiene una conducta social inadecuada y la convivencia social también es parte de la formación.
De esta forma cómo debería ser la proyección de los próximos años de un gobierno de Eduardo Frei:
· Lo primero es ampliarse hacia todas las “fuerzas progresistas” que le dieron su apoyo, erradicando con hechos el concepto de votar por el “menos malo”. Aún más, para el país sería sano incorporar a integrantes de esta fuerzas en el próximo gobierno.
· Hacer un gran documento al inicio del mandato en el cual se consignen todos los puntos que constituyeron “requisitos” de apoyo en segunda vuelta y establecer un cronograma de cumplimiento.
· Crear formas de participación y medios de comunicación representativos del bloque progresista.
· Dar prioridad a aquellas cuestiones que en un párrafo anterior se señalaban como cosas que no se han hecho.
En el momento histórico por el cual pasamos se debe tener claro que se ha puesto como principal opositor a la derecha representada por Piñera, pero también es una realidad que en los años de los gobiernos de la Concertación en materias trascendentales no sólo se recurrió a ese sector, sino que también se ha actuado en su sintonía. Más aún la derecha ha marcado “pauta” en las estructuras imperantes que se mantienen intactas desde la dictadura, luego es de vital importancia definir lo que será un próximo gobierno, conservador de estructuras o transformador de la sociedad. De hecho hay cuestiones que ya no dan para más.
Lo anterior tiene una implicancia mayor por cuanto marca la posición relativa de las “fuerzas progresistas” en el gobierno que viene en cuanto a si se constituyen en oposición o son parte de un bloque constructivo de futuro (de todos modos es claro que estos roles no son incompatibles entre sí). En definitiva, me parece que hay que estar dispuestos a construir con unidad y ello implica incluso hacer modificaciones en cuestiones de fondo que vienen de períodos más recientes como es el tema educacional. Por mencionar algunos puntos: la calidad debe quedar bien explícita; debe haber una intervención en las carreras de Pedagogía exigiendo puntajes de admisión con todo lo que ello conlleva a futuro; no es casual que como factor de calidad los colegios privados no tengan más de 20 a 25 alumnos por curso; hay que presentar los resultados de la Educación actual en su real dimensión para no caer en engaños (recientemente se presentaba el logro del Instituto Nacional con 29 puntajes nacionales en la PSU lo cual comparativamente resultaba una cifra interesante comparando con otros establecimientos, pero no se hacía mención a la cantidad de alumnos que salen de ese colegio de cuarto medio), debe tratarse lo que decía Arrate en sus propuesta en cuanto a que la Educación no debe ser un negocio.
En este análisis, veo que todos tienen una cuota de responsabilidad y las fuerzas progresistas no concertacionistas aunque de trayectorias y tiempos de vida totalmente diferentes deben jugar un rol hacia el futuro similar. En ocasiones en el contexto de períodos eleccionarios y sabiendo que se tienen escasas posibilidades de resultar electos los grupos que apoyan a las candidaturas presentan propuestas y/o programas, pero sólo llegan hasta ahí. Interpretando el momento histórico como una oportunidad, creo que las candidaturas deben seguir trabajando con Proyectos más elaborados en las áreas que sean sus fortalezas, por ejemplo, veo a seguidores de Jorge Arrate en el tema de la minería del Cobre o en las AFP; de igual forma una fortaleza del programa de Marco Enríquez Ominami la veo en Educación. Además, si hoy el bloque progresista se logra levantar en la forma que lo está haciendo contra la derecha, ya es tiempo de recomponer y ordenar las fuerzas haciendo proyectos a 8 o 12 años plazos, sólo por dar cantidades ya que la derecha tuvo proyección a una cantidad de años mucho mayor incluso con el apoyo de doctrinas militares, la derecha pocas veces ha estado en el gobierno en los últimos años pero siempre ha tenido el poder.
Finalmente a quienes permanecen con la idea de votar nulo o blanco, aún siendo sus posturas totalmente atendibles y claras en cuanto a poner de relieve promesas no cumplidas; permanencia del neoliberalismo; críticas al primer gobierno de Frei, etc., hoy veo que hay un remezón interesante de considerar y aunque no cambien sus votos, me parece necesario que a su legítima expresión de descontento le den un sentido de propuestas constructivas de soluciones ya que lo más probable es que la intención final que tienen es la de vivir en una Patria Digna y de Verdadera Justicia Social, pero es condición construirla y saber con exactitud lo que se quiere, ello se consigue mostrando metas y proyectos.
En definitiva después de días de reflexión y en el entendido de una reciprocidad de entendimiento considero oportuno votar por Frei, de lo único que disiento es que el mejoramiento de los estilos de hacer política es algo que debe fluir desde la naturaleza interna de cada partido, en un país donde hay muchos no militantes que un partido tenga más viejos, mujeres o jóvenes o la obligatoriedad de las primarias, debe ser resorte de las decisiones de quienes comparten una ideología y no regulado por ley. La ropa sucia mejor lavarla en casa.
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