Hace algunas semanas, el noticiero de MEGA sacó su nuevo eslogan proclamando el “lado independiente de la noticia”. Pareciera que desde que murió Ricardo Claro quisieran cambiar la imagen de canal partidario de la dictadura, y sobre todo, de un noticiero sesgado por la visión del empresariado.
Sin embargo, los cambios no son tan profundos como para pensar en un periodismo independiente. Desde que falleció Ricardo Claro, tomó el mando del directorio de MEGA su amigo Baltazar Sánchez, un reconocido ingeniero que impulsó los minimarkets en las bencineras cuando fue gerente general de COPEC, empresa de Angelini.
Después de su paso por aquella empresa, Sánchez volvió al grupo Claro como líder y mano derecha de Ricardo. Asumió la responsabilidad de vender a Televisa el 49% de Megavisión, lo que fue avaluado en US$ 7 millones. Además, estuvo encargado de revertir las cifras rojas del canal, lo que cumplió con éxito en apenas 2 años.
Como gerente ejecutivo, Sánchez hizo casi todo lo que conocemos por hoy como MEGA. Incentivó programas tan exitosos como “Mekano” y los llevó a su corte después que bajaran sus cifras de rating. Impulsó una comedia como “Casado con Hijos” en horario de teleseries. Llamó a periodistas jóvenes como José Luis Repenning, Catalina Edwards o Maritxu Sangroniz y al no tan joven, pero sí supuestamente creíble, Bernardo de la Maza, para sumarle renovación a un noticiero que estaba estancado con un Claudio Sánchez o un Julio López Blanco, periodistas que fueron sancionados por el Colegio de Periodistas por encubrir a agentes de la DINA en dictadura. Con todo, cabe preguntarse ¿por qué ahora podemos confiar en el “lado independiente de la noticia”? ¿No es acaso Baltazar Sánchez más de lo mismo?
Una fuente del canal que trabaja en el noticiero, confirmó que la pauta de noticias que les entregan sigue la misma línea de Claro, cubriendo temas que eran sus preferidos: el rodeo, las conmemoraciones católicas, las actividades del área de la agricultura, y las relaciones públicas de las Fuerzas Armadas y policiales; además de seguir rellenando con crónica roja o noticias de agresiones vecinales que generan rating por la morbosidad y sensacionalismo.
¿De qué lado independiente de la noticia hablamos cuando los que generan la línea editorial es un empresariado ligado a un determinado sector político y religioso del país? Ellos crearon y utilizan un medio de televisión para poder insertar sus intereses en la opinión pública, con un equilibrio en la parrilla programática entre banalización a lo “Morandé con Compañía” por un lado, e informaciones que camuflan los intereses propios de un negociado, por otro.
¿El lado independiente de la noticia?
A otro perro con ese hueso.
* Claudia Torres
No hay comentarios:
Publicar un comentario