Diputado y senador en varios períodos – antes y después de la dictadura- Jorge Lavandero lideró muchas de las luchas que se dieron para derrotar a Pinochet. Desde la calle, en movilizaciones sociales, o a través del diario Fortín Mapocho, “se las jugó”. Así como encaró a las transnacionales del cobre que roban el metal rojo y la riqueza del pueblo de Chile. Y en estas luchas fue acumulando detractores. Los mismos que, en su opinión, lograron finamente sacarlo de escena cuando lo acusaron de abusos deshonestos en contra de varios menores. Él rechaza tales acusaciones y hoy, luego de pagarlos con cárcel, está de regreso. Dispuesto a continuar con las mismas luchas de antaño, a las que añade su desafío al fiscal que lo inculpó y el deseo de limpiar su nombre aunque le cueste la vida.
Lavandero acusa a la Concertación y a sus principales dirigentes, de haber tranzado la transición. Acusa a las multinacionales del cobre de haber comprado políticos y, ¿por qué no? de haber financiado a sus enemigos. Acusa a la ex canciller Soledad Alvear de haber hecho lobby a favor del tratado minero con Argentina que permite la existencia de Pascua Lama. A don Francisco de negociar con la Teletón y acusa a muchos más, desentramando engaños tejidos a partir de la dictadura y el ejercicio del poder de la Concertación.
“SOY INOCENTE”
-Usted dice que fue un montaje, ¿Cómo explica haber sido encarcelado?
-Todo el mundo sabía que yo tenía muchas amigas, pero acostarse con distintas mujeres no es un delito. Digamos las cosas como son y sin vanidad, yo tenía fama de mujeriego. De tal manera que mi sexualidad nunca estuvo en cuestión, siempre fue muy clara. Tampoco me podían acusar de robo o malversación porque nunca acepté nada. En tiempos de la dictadura me llevaban casi todos los meses a la cárcel, me investigaban de impuestos internos, mi vida personal y todo, pero nunca encontraron nada. Mi hoja de vida fue intachable hasta los 74 años, ¿cómo se le va a dar vuelta el paraguas a los 74 años a una persona? Con una serie de maniobras lograron sacarme del camino, ya que por la vía democrática no lo podían hacer.
Todos los chilenos, cuando se les imputa un delito, tiene derecho a un juicio oral, y excepcionalmente, muy excepcionalmente, y solo cuando el fiscal lo propone, se puede ir a un juicio abreviado. En mi caso descartaron el juicio oral. El fiscal propuso un juicio abreviado, pero no me lo propuso a mi, sino a mi abogado, Balmaceda. Por su cuenta y contra mi voluntad, Balmaceda aceptó un acuerdo con el fiscal Armendáriz para ir a un juicio abreviado. Cuando me lo dijo, lo rechazé de inmediato y le ordené que pidiera la nulidad, a lo que éste se rehusó diciendo que tenía un acuerdo con Armendáriz. Entonces, cuando le dije que no tenía mi consentimiento, renunció. Apurado tuve que conseguirme al abogado Reinero y Morgado para que sustituyeran a Balmaceda que no quiso pedir la nulidad del juicio abreviado y volver al juicio oral al que todo chileno tiene derecho.
-¿Por qué cree que se le privó de juicio oral?
-Según lo que me había alcanzado a contar Balmaceda, porque no tenían ninguna prueba. Es decir, un tremendo escándalo para terminar con que no tenían ninguna prueba, no podía ser. Piedrabuena le dio la instrucción a Armendáriz y este ablandó a Balmaceda para que fuera un juicio abreviado sí o sí.
-Pero las imágenes de canal 13 lo inculparon
-A mi se me condenó no porque tuviesen alguna prueba -no tenían ninguna- sino por el juicio abreviado, que en sí lleva una condena. Es imposible que en un juicio abreviado no haya condena, porque hay un acuerdo. Se dice la pena va a ser así o así y se llega a un acuerdo. La condena es inescapable en un juicio abreviado.
Es la aberración jurídica más grande. Se llega a un acuerdo personal en contra del imputado y encima el fiscal lo desconoce y lo rechace. Por eso yo puedo decir que no tuve juicio oral ni tampoco abreviado.
-¿Y qué hay de los testigos que llevó Armendáriz?
-A los primeros niños con que el me formalizó y presentó la causa a la juez de garantía, Doña Georgina Gutiérrez, los pillaron en mentiras a todos, a la madre, los hijos, todos. Y tuvieron que sacarlos del juicio y esconderlos públicamente. Entonces Armendáriz fue a buscar otros niños. Tomó a un abogado, Julián López, de un estudio caro. Este Julián López le ofreció 100 millones a cada niño, 400 millones en total, eso fue público y está publicado en el diario Austral, no es algo que yo esté inventando, está en los medios. En seguida les fue a sacar la denuncia a sus casas dos familias que jamás habían denunciado nada. Yo pienso que si a una persona modesta le ofrecen 100 millones de pesos por hacer una declaración, es harto difícil negarse. Pero una de las personas que me acusaba, públicamente dijo que Armendáriz le había ofrecido plata y me pidió disculpas por el dolor que me había causado. Otro hermano de una de las niñas declaró -en la prensa está- que este era un negocio de su madre y que ella estaba mintiendo, que era una cuestión de plata.
-¿A qué se debe, según usted, todo este montaje que denuncia?
-Tenía enemigos muy poderosos. A uno de ellos le mandaron una maleta con 100 millones de pesos, un adversario mío de primarias, me lo relató, un ex parlamentario. El maletín fue enviado por estos tremendos grupos económicos que hoy día hacen y deshacen en nuestro país. Tenía también adversarios poderosos en el sector político. Ser pre candidato a la presidencia de la República, y que hubiese sacado solo un 15% que eran los pronósticos inferiores que se decían, habría significado que las ideas que yo estaba exponiendo, tendrían que haber sido respetadas en una segunda vuelta. O sea, se estaban jugando cuestiones muy importantes. Para decir una cosa simple no más, cuando yo viajaba a China pregunté sobre la Teletón; ¿Esto es caridad o es un negocio? Y ahí se me fue encima la propia Carmen Frei con Mario Kreutzberger y se me tiraron en contra. Cuando volví de China me retiré del comité demócrata cristiano, del cual era el jefe, mientras no me dieran una explicación pública y me la tuvieron que dar. Pero hay que ver que Mario Kreutzberger, cuando el alcalde De la Masa le dijo algo parecido, le contestó públicamente que ya tenemos a su primo en la cárcel, ¿qué quiere usted?. Eso lo dijo Don Francisco públicamente.
Tenía enemigos poderosos. El pueblo tiene enemigos poderosos, si no, hay que ver como está. Y los que defienden al pueblo son enemigos de los intereses poderosos.
- Pero también tenía enemigos políticos…
-Yo tuve una primaria, porque Francisco Huenchumilla quería ir de candidato a senador. Le dijo a Lagos que me ganaría por paliza. Y fue una ardua lucha política en las primarias. Me dijo de todo por la prensa y por todas partes, me denostó en forma personal. En definitiva perdió él por paliza, y como premio de consuelo, Lagos lo nombró Ministro Secretario General de la Presidencia. Por otro lado, yo había acusado a la directora regional del Sename por malversación de fondos, porque les había exigido plata a sus subordinados y entregué la fotocopia de los cheques a la Contraloría. Ésta la iba a destituir y ahí entró Delia del Gato, la directora nacional, y la defendió. Le dijo al contralor que ella le iba a hacer un sumario, en el que le aplicó una amonestación y una multa del 5%. Esa persona fue con Huenchumilla y otras personas a hablar con Jaime Arellano, el subsecretario de justicia demócrata cristiano. Y Arellano con Delia del Gato fueron a pedirle a Piedrabuena que designara un tercer fiscal, porque los otros habían dicho que todas esas acusaciones en mi contra eran falsas y que no constaban con las investigaciones que habían hecho. Así se designó a Armendáriz, con orden de matar sí o sí.
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