miércoles, 31 de marzo de 2010

martes, 30 de marzo de 2010

sábado, 27 de marzo de 2010

El Derecho a la Educación según la Constitución Política de 1980




Verónica Alejandra Lizana Muñoz

“Que no seas capaz de escribir sobre cualquier tema es un buen indicio, no un motivo de desaliento… No creas en los que escriben sobre cualquier cosa… Las obsesiones tienen sus raíces muy profundas, y cuanto más profundas menos numerosas son. Y la más profunda de todas es quizá la más oscura pero también la única y todopoderosa raíz de las demás, la que reaparece a lo largo de todas las obras de un creador verdadero… porque no te estoy hablando de los fabricantes de historias, de los fecundos fabricantes de teleteatros o de best-Sellers a medida, esas prostitutas del arte. Ellos si pueden elegir el tema… Cuando se escribe en serio, es al revés: es el tema que lo elige a uno…” (Sábato, Abaddón, 2006: 104)

Según la Constitución Política de 1980, el Derecho a la Educación tiene como propósito fundamental “…el pleno desarrollo de la persona en las distintas etapas de su vida”. Sin embargo, esta responsabilidad recae en los padres, madres y apoderados/as, puesto que “…tienen el derecho preferente y el deber de educar y de escoger el establecimiento de enseñanza para sus hijos/as…”; correspondiéndole al Estado otorgar “especial protección” al ejercicio de los mismos.

Asimismo, se estipulan como obligaciones estatales “…promover el acceso gratuito a la Educación Parvularia y garantizar el financiamiento fiscal al Segundo Nivel de Transición…”. Además, se manifiesta que la Educación Básica y Media son obligatorias, por lo que se debe financiar un sistema gratuito para tales efectos, y asegurar su acceso a la comunidad nacional. De este modo, al Estado le corresponde “…fomentar el desarrollo de la educación en todos sus niveles, estimular la investigación científica y tecnológica, la creación artística, la protección e incremento de nuestro patrimonio cultural”. Por su parte, la comunidad debe contribuir al desarrollo y perfeccionamiento de la educación.

Además, se explicita la libertad de enseñanza, es decir, el derecho de abrir, organizar y mantener establecimientos educacionales, “…una libertad que no tiene otras limitaciones que las impuestas por la moral, las buenas costumbres, el orden público y la seguridad nacional”. Y la guinda de la torta, “…la enseñanza reconocida oficialmente no podrá orientarse a propagar tendencia político partidista alguna”. Finalmente, este texto manifiesta que una Ley Orgánica Constitucional establecerá los requisitos mínimos, las normas, aplicaciones y exigencias para la Enseñanza Básica y Media. Como también, para el reconocimiento oficial de las instituciones educativas, donde “…el Estado debe velar por este cumplimiento”.

Este marco jurídico deja atrás o sepulta el modelo del “Estado Educador, Benefactor o de Compromiso”, que durante el siglo XX desarrolló, fortaleció y legitimó, a lo largo de todo Chile, un sistema público de escuelas primarias, secundarias e instituciones formadoras de docentes. Por el contrario, esta Constitución de inspiración neoliberal, instala un régimen económico fundado en el predominio del capital… entiéndase como un elemento fundamental para producir, acumular, acrecentar y/o concentrar las riquezas, dineros o valores en algunos sectores de la comunidad… En consecuencia, esta Constitución sienta las bases para la transformación del rol del Estado, e inaugura un conjunto de políticas subsidiarias o suplementarias, que tienen como prioridad proteger y regular el funcionamiento del Sistema Nacional de Educación.

Si bien esta visión no desestima el Derecho a la Educación, es interesante analizar cómo la responsabilidad de educar a la nueva generación de ciudadanos/as chilenos/as radica en el capital cultural, social y económico de sus padres, madres y apoderados/as… Este capital refiere a los bienes materiales y simbólicos aportados de manera sistemática por los/las progenitores/as, tutores/as o mejor dicho, “por los/las consumidores/as de los bienes, servicios y productos educacionales”. Los que por una parte, están disponibles en el mercado, y por otra, fluctúan o evolucionan según las ofertas y demandas del mismo… En este sentido, la Educación como cualquier otro sector económico responde a las operaciones comerciales de los inversionistas privados. Aplíquese a las personas que invierten su capital en un negocio para obtener ganancias, utilidades o intereses… una actividad lucrativa que ofrece, vende, compra o permuta “productos de cierta calidad para un grupo determinado de consumidores/as”.

Por lo tanto, no es extraño que el patrimonio sociocultural y el poder adquisitivo de las familias; los niveles de escolaridad de los padres, madres y apoderados/as; y las (in)capacidades para acceder, permanecer y egresar de una institución educativa se entiendan como “variables predictivas del éxito o fracaso escolar”. Cuando estos antecedentes se analizan de manera aislada, es decir, sin considerar las condiciones materiales y simbólicas que estipulan las políticas públicas sobre Educación… implícitamente se está aceptando que el Derecho a la Educación pertenece al orden de las responsabilidades individuales y/o familiares, donde el Estado no tiene injerencia, ni participación en éste.

Ahora bien, si analizamos que “…el Estado debe promover el acceso gratuito y garantizar el financiamiento fiscal de la Educación Parvularia, Básica y Media puesto que son obligatorias…”, estas políticas subsidiarias se desentienden de sus responsabilidades con la educación pública. Estamos hablando de “un sistema gratuito”, que actualmente alberga a los sectores de la población con altos índices de vulnerabilidad y concentra los peores resultados académicos. Estos establecimientos educacionales, “altamente estigmatizados, desprestigiados y ad portas de desaparecer por falta de estudiantes…” encierra un conjunto de problemáticas complejas. Las que se relacionan principalmente con las dificultades estructurales, normativas y administrativas de las Municipalidades y Corporaciones Municipales sin fines de lucro. Como también, con las proyecciones personales, académicas, profesionales y sociales de los actores educativos.

Asimismo, la Constitución Política de 1980 explicita la importancia de la libertad de enseñanza… entiéndase como una facultad para vender y comprar sin estorbo alguno, pero las prácticas pedagógicas están condicionadas a las limitaciones que impone la moral, las buenas costumbres, el orden político y la seguridad nacional. Una libertad bastante curiosa, puesto que los/las docentes deben reproducir el discurso oficial y “…no podrán orientar o propagar sus tendencias político partidistas”. De este modo, las prácticas de enseñanza y los procesos de aprendizajes se conciben como experiencias apolíticas, asépticas y neutrales. Y las instituciones educativas deben propiciar un ambiente “libre de contaminaciones ideológicas u opiniones políticas”, ya que éstas constituyen un agravio para el orden y la seguridad nacional. Por fortuna, las elecciones de presidentes/as, diputados/as, senadores/as y alcaldes/as se realizan en período de vacaciones…

Estas ideas retrógradas me interpelan como profesora, puesto que entiendo la libertad como una facultad para actuar de manera responsable… un derecho para profesar, manifestar, defender y propagar mi ser, hacer, decir, pensar, conocer y convivir… una libertad de conciencia, espíritu y pensamiento para enfrentar mi ejercicio profesional, puesto que las condiciones materiales y simbólicas de la Educación siempre están comprometidas con una visión de mundo y de ser humano… Además, me gustaría recordar que el Gobierno de Chile ha ratificado los acuerdos internacionales sobre el Derecho a la Educación… una obligación fundamental de los Estados Latinoamericanos, que asegura la igualdad de oportunidades, y mejora de manera sustantiva y significativa, las condiciones de vida de los/las ciudadanos/as…

Vamos a cumplir 30 años desde que Augusto Pinochet Ugarte impuso este marco jurídico mediante un plebiscito bastante irregular. Esta consulta pública fue ampliamente cuestionada por la comunidad nacional e internacional, puesto que no existían los Registros Electorales; estaban prohibidas las campañas políticas; estaba restringida la libertad de expresión y la de reunión, entre otras imposiciones arbitrarias.

La Constitución Política de 1980 constituye una herencia obsoleta y reaccionaria de la Dictadura Militar, que ofende nuestro espíritu democrático; vulnera nuestros compromisos con la equidad de clase, género y etnia; y menoscaba nuestros proyectos personales, académicos, profesionales y sociales… Por ello, comparto plenamente las declaraciones de los movimientos ciudadanos que exigen una Asamblea Constituyente… una instancia representativa, democrática y pluralista, donde podamos dialogar, de manera adulta y responsable, sobre nuestros derechos y deberes constitucionales.

viernes, 26 de marzo de 2010

“Tu-sunami”, “Marepoto” y “Galáctea”: las nuevas palabras de Sebastián Piñera


Las nuevas palabras de Sebastián Piñera que revolucionan la web. Sicólogo advierte que “su problema se debe básicamente al aceleramiento con que vive”

En una semana el Presidente Sebastián Piñera ha revolucionado Youtube y las redes sociales, aunque no precisamente por sus polémicas, sino más bien por las nuevas palabras que ha "creado" y las frases que ha adjudicado equívocamente a otros personajes de la historia.

Todo partió en Twitter cuando el Mandatario escribió “galáctea” en vez de vía láctea: "¿Nunca han mirado las estrellas, la galáctea o el fondo del alma? Una cosa es mirar e intentar descubrir y otra cosa ver qué es lo sensorial". La situación produjo cientos de comentarios instantáneamente.

Después de aquel episodio se suma el “Tu-sunami” de Cerro Castillo. Mientras daba el discurso, Piñera dijo la célebre palabra que ya es todo un fenómeno en Youtube, ya que los más ingeniosos han creado diversos videos aludiendo al desafortunado momento.

Pero eso no es todo...ahora sumamos una nueva “pronunciación”. Se trata del ya famoso “marepoto” … así es no está leyendo mal es marepoto, palabra que utilizó para referirse a la ola gigante que azotó las costas del país el pasado febrero en el discurso de la Fidae 2010. De hecho los comentarios tampoco se hicieron esperar.


Ahora existe otro problema...más grave o menos grave es igual de comentado. Sebastián Piñera también se ha dado el lujo de cambiar los autores de frases célebres en un instante y sin percatarse de aquello.

El hecho tambien sucedió en la inauguración de la “Fidae 2010”, cuando utilizó la cita de Isaac Newton: “Si he visto más lejos ha sido porque he subido a hombros de gigantes”, adjudicándosela gratuitamente a Albert Einstein.

¿Problemas sicológicos, aceleramiento o querrá seguir el "hablamiento" del Zafrada?

Un problema de aceleramiento

Para el sicólogo Ricardo Estrada este sólo es un problema de aceleramiento que él tiene. "Piñera es un hombre que no asimila lo que está haciendo o diciendo. Él es demasiado hiperquinetico y acelerado entonces muchas veces la gente que lo rodea debe frenarlo un poco”.

Agrega que “los ejemplos claros de ello son las palabras mal dichas, quizás que las diga un niño no es tan grave o una persona que se equivoque en algunas ocasiones, pero él ha demostrado constantemente que sufre de esto y es algo que ha aumentado desde que asumió la Presidencia”.

“Quizás cuando niño sufrió del déficit atencional, algo que le afecta claramente ahora, y lamentablemente al estar expuesto a las cámaras no podrá alejarse de ellos", dice el experto.

Estrada recomienda que "quizás debería tomar algunos tranquilizantes musculares sino lo está haciendo, por el hecho que lo relaja un poco y ya no está actuando sin pensar. Los tics, aceleramiento y la compulsión que él tiene son difíciles de llevar pero se pueden manejar".

miércoles, 17 de marzo de 2010

*¿Querìan Piñera?, ahì tienen Piñera*

Gobernadora de Limari, Susana Verdugo, quien como candidata a diputada(2009) habló en extenso de su admiración por el fallecido dictador Augusto Pinochet.
*¿Querìan Piñera?, ahì tienen Piñera*











lunes, 15 de marzo de 2010

Mercaderes, empresarios y capitalistas…



“Este libro intenta desmitificar el orden Portaliano… estudiar cuál era su lógica económica y queda clarito que es una lógica mercantil, que favoreció la entrada de capital extranjero que expolió y destruyó las fuerzas productivas del país: generó pobreza, miseria y por eso que el primer centenario, que implicó 80 años de vigencia del orden Portaliano, fue la época de máxima pobreza en Chile y de crisis de representatividad de la oligarquía. Técnicamente, el orden Portaliano colapsó pero lo salvaron entre los militares, Ibáñez, los políticos, Alessandri, engañando al pueblo. Fue una traición brutal al pueblo que estaba haciendo una propuesta de Estado completamente distinta a la que se impuso en 1925 y luego lo vuelven a salvar los milicos con apoyo de los políticos en 1973…

… esta oligarquía mercantil es la que construyó el Estado Portaliano y estableció los patrones que estructuraron nuestra sociedad, nuestra política hasta el día de hoy, porque hoy tenemos una oligarquía comercial, que es la que nos dirige, porque son los dueños del Jumbo, de Falabella, de Ripley, de las cadenas de farmacias. Piñera, que en el fondo domina las tarjetas de crédito, el transporte. Ellos estructuran el país y lo han defendido siempre. Hoy no tenemos una burguesía industrial como clase dominante, no tenemos una clase capitalista propiamente tal, tenemos simplemente grandes mercaderes, mercaderes banqueros que ya no esconden la plata como en la época de 1810, donde tenían que enterrarla para que no se las robaran los bandidos, pero ahora lo depositan en bancos extranjeros, que es una manera de esconder tesoros también o de invertir en los paraísos tributarios…

Para poder mantener a los chilenos y chilenas en esta condición de expoliación, necesito un Estado que haga una especie de acción policial para mantenerlos ordenados y disciplinados… que se dejen ordeñar tranquilamente sin rebelarse… Ese es el objetivo del Estado Portaliano. Ahora no es muy distinto, porque el Estado que tenemos no es el que elegimos libremente, sino el que dejó Pinochet, una reedición del Estado Portaliano que está jugando el mismo rol… que los chilenos y chilenas se dejen esquilmar tranquilos, con trabajo precario, les damos tarjetitas para que compren celulares y se sientan a otro nivel y este Estado mantiene el Modelo Neoliberal… Ninguno de los candidatos quiere cambiar el modelo en profundidad. Todas las élites, por más que se agarren en el Congreso, no dan una pelea de fondo, porque están todas beneficiadas por el Estado. El caso de la iglesia es bien patético, la iglesia obliga a la autoridad a imponer cosas que los chilenos y chilenas hace tiempo tienen resueltas…” (Gabriel Salazar, Premio Nacional de Historia de Chile, 2009)

Estimados/as amigos/as…

Quizás adolezco de un pesimismo consumado y crónico, pero intuyo que tendremos una democracia más autoritaria, conservadora y tecnificada. Por cierto abalada por un equipo de excelencia… abogados/as, economistas, periodistas, ingenieros/as, médicos/as, empresarios/as, gerentes generales, bancarios/as, profesores/as, decanos/as, entre otros, quienes han recibido medallas, certificaciones y condecoraciones en connotadas universidades nacionales y extranjeras. Una democracia que consolidará el Modelo Neoliberal en nuestro país, donde la lógica del capitalismo sofisticado y explotador materializará nuevas inequidades de clase, género y etnia en la comunidad nacional… Al observar el Gabinete de Ministros/as puedo atisbas que no habrá voluntad para revisar los actuales marcos jurídicos, políticos y económicos, ni intención de examinar los cinturones de castidad y las camisas de fuerza que vulneran nuestro espíritu democrático…

Sólo dos botones de muestra…

El primero, el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter señaló “…para nosotros no hay un juicio de reprobación global hacia quienes cumplieron funciones en el gobierno de Pinochet. Ser parte del gobierno militar no es un delito en sí mismo. Los delitos sólo los establecen los tribunales…” Interesantes declaraciones, puesto que el Jefe del Gabinete no condena los actos terroristas y criminales de la Dictadura Militar, ni desaprueba a los/las funcionarios públicos y operadores de justicia que ampararon la violación a los Derechos Humanos. Asimismo, reconoció públicamente el derecho de las organizaciones sociales a plantear sus demandas, pero puntualizó “…deben entender que con el gobierno se habla en orden y con respeto, de lo contrario yo, como jefe de gabinete, tomaré las medidas apropiadas para que las conversaciones se den en ese marco…”. A buen entendedor pocas palabras, los marcos jurídicos, políticos y económicos del Estado Portaliano y sus acciones policiales nos mantendrán bien ordenados/as, respetuosos/as y disciplinados/as, para así ordeñarnos tranquilamente…

El segundo, el subsecretario de Cultura, Nicolás Bär manifestó “…el Bicentenario es celebración, es recordar nuestras raíces, es reflexionar sobre nuestra historia, pero también es pensar el Chile que queremos hacia al futuro de acuerdo a lo que hemos sido, a lo que somos y a lo que queremos ser. El Bicentenario es un aniversario y tenemos que celebrarlo como corresponde… El Evangelio de Chile se ha pensado como una iniciativa de unidad, de comunión de todos los chilenos en torno a la Palabra de Dios. La idea es que nos unamos como país, por eso es la Conferencia Episcopal la que está detrás… ¿Qué nos une? La Palabra de Dios. El 96% de los chilenos tiene un vínculo con la Palabra de Dios…”

Imagino que se preguntará ¿Qué es el Evangelio de Chile? Es un proyecto de la Conferencia Episcopal en el marco de las celebraciones del Bicentenario. Esta iniciativa consiste en la copia manuscrita del Nuevo Testamento, que será entregado en el Santuario Nacional de Maipú en noviembre del presente año. Al respecto, se manifiesta “… será copiado a mano por 8.000 personas en todo el territorio nacional emulando la forma en que los monjes medievales realizaban copias manuscritas de la Biblia. Cada una de ellas escribirá un versículo del Nuevo Testamento, en representación de los distintos grupos que conforman nuestra sociedad…” Por lo tanto, se invitará a los/las artistas, pintores/as, poetas, escritores/as, artesanos/as, escultores/as, etc. a ilustrar estas escenas o escribir estos textos…

En consecuencia, le sugiero a los/las creadores culturales empezar a estudiar la Biblia, consultar el Evangelio y leer la Historia Oficial de los grandes mercaderes, de manera que empecemos a celebrar el Bicentenario de la Independencia de Chile. Porque según Bär “…en este aniversario tenemos que recordar nuestras raíces, reflexionar sobre nuestra historia y pensar el Chile que queremos hacia el futuro, de acuerdo a lo que hemos sido, a lo que somos y a lo que queremos ser…”.

Por Veronica Alejandra Lizana Muñoz


viernes, 12 de marzo de 2010

Periodismo cornete

Dos periodistas de un canal italiano, al no colocarse de acuerdo en una nota, se agarraron a cornetes en vivo y en directo.









Campañas post terremoto: ¿Inmoralidad o marketing social?

* Cristián LEPORATI Mazzei

A lo largo de la semana pasada me sorprendió observar la avalancha de publicidad disfrazada de comunicados o notas de prensa de diversas marcas, principalmente del retail y la industria financiera. Toda ella en función de apoyar vía diversos y múltiples beneficios a los ciudadanos afectados por el terrible cataclismo. Claro que estos “apoyos desinteresados” pasaban por endeudarse o comprar invariablemente, en ninguna de ellas corría la aseveración del padre Hurtado “hay que dar hasta que duela” y quisiera agregar: “en silencio”.


Respecto de esto último, el silencio, quisiera reflexionar en torno a los actos públicos que se debieron desarrollar en este país para motivar la entrega de fondos por parte de las empresas en un formato de show, como Chile ayuda a Chile entre otros. Paralelamente, hay miles de chilenos, igual que usted o yo, en la más absoluta incertidumbre respecto del futuro. Creo que en vez de pasear por un escenario televisado en directo a planillas completas de ejecutivos con caras compungidas, es mucho más correcto en términos valóricos y de respeto para con los damnificados, que se presente por ejemplo, el presidente de la Asociación de Bancos, solo por citar alguna, e indique que a nombre del sector bancario el aporte será de tantos millones. Resultó doloroso ver como unos y otros competían por ver quién daba más frente a las pantallas, es decir, los valores y motivaciones de las marcas al parecer van de acuerdo al medio de comunicación que tengan al frente, y no a los valores éticos y morales intrínsecos que deben poseer los profesionales que las desarrollan.

A su vez, algunas empresas que actuaron en terreno la primera semana de crisis, condicionaron la entrega de bienes a los damnificados en la medida que hubiera cobertura de medios, si no, no. Así de claro. Acto tan inmoral como lo que señalaba en el párrafo primero. No se puede pensar en sacar beneficios de imagen para una marca, cuando hay cientos de ciudadanos muertos y desaparecidos.

Kant define al hombre como el único fin en sí, que no debe jamás ser tratado como medio, en tanto que los demás entes son medios al servicio del hombre. De este modo, creo que las empresas que han actuado así, intentando insertarse en el tejido social de la comunidad herida, no solo no le han agregado valor a la competitividad de éstas, sino que han manipulado a los chilenos con una responsabilidad social de dudosa moral, convirtiendo a los ciudadanos en medios para logra reforzar sus activos de marca.

Finalmente, el remezón que ha sufrido el país, no solo fue terráqueo o físico. Fue un movimiento telúrico de tipo moral y ético, que debería llevarnos a replantear qué estamos haciendo verdaderamente en las universidades con las cátedras de ética, aquel ramo que normalmente figura en todas las mallas curriculares por obligación. Pero con escasa convicción, los resultados están a la vista.

* Cristián LEPORATI Mazzei

Es Director de la Escuela de Publicidad y profesor asociado de la Universidad Diego Portales. Se ha desempeñado como: Subgerente de Marketing Banco de A. Edwards; Gerente de Marketing Sky TV Digital; Director de Cuentas J. W. Thompson; Asesor del Gerente de Ecom - Univas, Barcelona España, además de ser consultor en comunicaciones estratégicas y de marketing, tanto para empresas privadas como organismos públicos.

En términos académicos, es Publicista con Postítulos en: Dirección de Marketing, Escuela de Alta Dirección y Administración de Empresas, Barcelona – España; Marketing Internacional en la Universidad de Chile, Magíster en Humanidades, mención filosofía, Universidad Adolfo Ibáñez y candidato a Magíster en Antropología Urbana de la UAHC.

miércoles, 10 de marzo de 2010

LOS INESCRUPULOSOS QUE LUCRAN CON LA TRAGEDIA

Por * Paulina Acevedo Menanteau

El terremoto y tsunami que asoló Chile la madrugada del pasado 27 de febrero, puso nuevamente la palabra solidaridad como protagonista de la tragedia. Pero la solidaridad tiene diferentes facetas, dependiendo de quién sea el procurador de la ayuda y de cuáles sean las motivaciones o intereses que existan detrás.

De acuerdo a la Real Academia Española, solidaridad es la “adhesión circunstancial a la causa o a la empresa de otros”. Y una segunda definición, la relaciona con un “modo de derecho u obligación in sólidum”, es decir: “por entero, por el todo”, usada “para expresar la facultad u obligación que, siendo común a dos o más personas, puede ejercerse o debe cumplirse por entero por cada una de ellas”.

La Teletón “Chile ayuda a Chile”, dio este fin de semana pantalla a una serie de marcas que gozaron, como en pocas oportunidades, de tan alta audiencia y a tan bajo costo. Cierto es que entregaron aportes, pero no es menos verídico que, de forma desvergonzada, se sirvieron del sufrimiento y el dolor de los chilenos para hacer publicidad y, en definitiva, negocio con la tragedia. De hecho mucha de estas empresas, desde hace ya algunos días vienen desplegando campañas para lucrar con la desgracia de tantos, sobre todo, con la angustia de los más afectados, de los que lo perdieron todo.

Estaba en Radio Tierra ayudando en la articulación de un noticiario construido con el aporte de medios comunitarios y comunicadores independientes a lo largo del país, cuando llegó a los celulares de dos cuentacorrentistas del BANCO SANTANDER el siguiente mensaje de texto: “Frente a la catástrofe estamos junto a ud, hemos aumentado el cupo de su Línea de Crédito, se hará efectivo a partir del 3/03. Más información en santander.cl”. Sin lugar a duda, una noticia oportuna y conveniente. Que le permite a quienes requieren de recursos frescos para palear pérdidas materiales, obtener dinero sin mayores exigencias, y a esta entidad bancaria aumentar el endeudamiento de sus clientes. Negocio redondo, se dirá, pero el negocio lo hace uno y la deuda la asume otro. Además con un banco que posee las mayores tasas de interés del mercado, una de las cifras más altas de denuncias ante el Servicio Nacional del Consumidor y que, durante la pasada crisis económica, cerró sin aviso alguno las cuentas corrientes de quienes consideró “clientes de riesgo”.

Y la lista empresas ¿solidarias? es larga, así como las ofertas.

De hecho la insistente y casi insoportable publicidad de ENTEL en televisión, repetida a lo menos 20 veces en el lapso de una hora antes de iniciarse la Teletón, fue la que motivó esta opinión. La empresa anuncia con gran algarabía que para “ayudar” a sus clientes y comunidades (especifica en pantalla VI, VII, VIII), cargará durante todo marzo y sin costo 20 minutos y 80 mensajes de texto a usuarios de prepago y cuenta controlada (no a los planes de minutos libres); y que para las líneas de red fija domiciliaria, serán gratis los primeros 5 minutos utilizando el carrier 123 (de Entel). Aporte miserable y una inversión marginal, si se considera que ante la actual falta de conectividad y la necesidad imperiosa que tenemos muchos de conocer la situación en que se encuentran familiares y amigos, el número de llamadas se ha incrementados al menos en un 1000%.

También los alimentos y enseres son prioritarios, y el aporte de CENCOSUD en televisión es la posibilidad de adquirir productos, en su cadena de supermercados, en 6 cuotas sin intereses. Destaca también el aviso de DIRECT TV, que asegura que donará el 50 % de la mensualidad de todos los clientes que se incorporen durante marzo y materiales de construcción por aquellos que mantengan contrato. En la misma línea va RIPLEY, que ofrece aportar con una frazada, por cada otra que adquiera un cliente para los damnificados; y ROTTER Y KRAUSS, al informar que “comprando un par de anteojos, estarás regalando otro a los que más lo necesitan”.

Punto a parte son los créditos especiales y flexibles que pregonan a los cuatro vientos distintos bancos, así como beneficios que ofrecen algunas cajas de compensación apelando a pegajosos slogan del tipo: “Calidad de vida, toda su vida” (LOS ANDES) o con préstamos para la emergencia, cuya primera cuota se cancela recién en dos meses más (LA ARAUCANA). Todos, sin embargo, apoyos que no escapan a lo habitual, pues es sabido que durante el mes marzo cunden las ofertas financieras producto del inicio de año. En fin.

Podrá argumentarse que no hay nada de malo en que las empresas hagan publicidad. Y quienes lo piensen, están en lo correcto. Pero sí lo es, y del todo inescrupuloso, disfrazar de ayuda solidaria, lo que en la práctica y en las arcas, es lucro.

Por eso ante una situación de catástrofe que aflora en nosotros ese sentimiento de correspondencia que se anida en la solidaridad, “por entero, por el todo”, hagamos nuestro aporte en forma directa o a través de aquellas organizaciones de la sociedad civil que en forma permanente desarrollan trabajo con la comunidad local, a través de aquellas organizaciones sociales y vecinales que de manera autónoma comienzan a organizarse, a través de las federaciones de estudiantes que coordinan acciones y apoyos de diversa índole; a través de gremios y asociaciones de trabajadores que procuran salir de este mal momento.

Son diversas las cuentas corrientes que se están habilitando para aportes en Chile y desde el extranjero; se requieren voluntarios para la remoción de escombros, profesionales técnicos en terreno, ayuda legal y psicológica. Pronto, pasados los momentos de mayor emergencia, se requerirá reconstruir viviendas, caletas, escuelas; restablecer la tranquilidad. Aumentar la solidarizar, en definitiva, con las propias manos o través de quienes están siempre trabajando por las demandas y los derechos de los más lo requieren, de los que carecen de vivienda, de los que les falta un plato comida, sin necesidad de que una gran ola, una súbita subida de mar o un severo movimiento de tierra se lo arrebate de las manos.

No hay que olvidar que toda solidaridad ayuda, pero no toda ayuda es realmente –in sólidum- solidaridad.


* Periodista, comunicadora en derechos humanos

martes, 9 de marzo de 2010

El «bús ateo» circula por calles argentinas


Ateos de la Argentina, uníos



“Probablemente Dios no existe, deja de preocuparte y disfruta la vida”, dice el mensaje que ya pasó por Londres, Roma y Barcelona. Es el prólogo del Segundo Congreso Nacional de Ateísmo que se celebrará en Semana Santa en esa ciudad.




Mijail Bakunin, Karl Marx, Frederich Nietzche, Albert Camus y Jean-Paul Sartre sonreirían pero ya no podrán ver el aviso, mientras que el coterráneo y contemporáneo artista plástico León Ferrari podría mudarse a Mar del Plata desde hoy para ver un mensaje afín a su obra, en el transporte público de la ciudad balnearia: “Probablemente Dios no existe, deja de preocuparte y disfruta de la vida”. Es la frase que llevarán algunos colectivos de línea en Mar del Plata como parte de la iniciativa internacional Bus Ateo –dio su primera vuelta en 2009 en Londres– y en vísperas del Segundo Congreso Nacional de Ateísmo en Argentina. “La religión plantea una realidad absoluta, mientras que este mensaje plantea una duda para que la gente se pregunte y no decida cómo vivir por tradición. Se habla del derecho al culto y no al derecho de no tenerlo”, explicó Fernando Lozada, presidente de Ateos Mar del Plata.


El primer bus ateo recorrió las calles de Londres en marzo de 2009 por inciativa de la periodista británica Ariane Sherine y rápidamente contó con el respaldo de organizaciones de derechos humanos y el científico evolucionista Richard Dawkins. La campaña se extendió a otras ciudades británicas por el aporte voluntario de los ciudadanos, que llegaron a sumar 150 mil euros. Desde la isla, el mensaje llegó al transporte público en Estados Unidos, Italia, España, Canadá, Alemania, Finlandia y otros países y provocó que algunas personas no quisieran subir a las unidades que llevaban la leyenda.



Con la llegada a Mar del Plata, sería la primera vez del slogan ateo en una ciudad de América latina. “En la vía pública se ven muchas afirmaciones acerca de la existencia de divinidades y sus propiedades y nadie piensa que puede ofender a un ateo. Por eso, la campaña no debería ofender porque planteemos la posibilidad de que lo sobrenatural sea sólo ficción”, resaltó Lozada.
Con la frase sobre algunas de las unidades de la empresa más grande de Mar del Plata, la compañía 25 de Mayo, su presencia en las calles será de veinte horas diarias, por lo que la lectura y la pregunta existencial será inevitable. Aunque la campaña sólo durará treinta días debido a una decisión del Concejo Deliberante local de quitar las publicidades del transporte público. Sin embargo, con el respaldo de la campaña por parte de la Asociación Civil de Ateos en Argentina (ArgAtea) y la revista La Res Pública se puede esperar que el mensaje llegue a las calles porteñas.




“¿De dónde sacás tu ética si no tenés religión? Eso lo piensa mucha gente y asocian el ateísmo con lo inmoral. Lo importante es ser reconocido como individuo dentro de la sociedad con la misma posibilidad de ser bueno o malo, seas creyente o ateo. Ser ateo garantiza estar desprendido de tabúes y prejuicios provenientes de una visión paternalista y autoritaria, a partir de ahí hay que construir un ética propia”, indicó Lozada.



Por eso, la Asociación Civil Ateos Mar del Plata decidió realizar la segunda edición del Congreso Nacional de Ateísmo durante Semana Santa en la ciudad balnearia, hito con pocas réplicas en el mundo y respaldado por el Inadi en su primera edición. Por tratarse del año del Bicentenario, esta edición tendrá como tema central “la libertad”.


Durante el congreso no se pretende debatir sobre la existencia o no de Dios, sino que las mesas de diálogo y los especialistas invitados –artistas, filósofos, periodistas– están llamados a agregar sus conocimientos en temáticas difíciles de incluir en la discusión con la Iglesia, como género, aborto y muerte digna. El objetivo es que “cada persona construya su propio sistema de creencias. La lucha no es por los derechos del ateo, sino por los derechos universales”, resaltó el presidente de la asociación, artista y especialista en biotecnología.



En los próximos treinta días, los marplatenses revivirán la disputa de poner el centro de la vida en Dios o en el hombre, entre la fe y la razón. Pero quienes aún no están preparados para someterse a ese duelo interno podrán volcarse a las sagradas escrituras o “no hipotecar el presente por una supuesta vida posmorten que ni siquiera da la seguridad de que existe”, señaló Lozada.

lunes, 8 de marzo de 2010

Terremoto en Chile y la Concertación de rodillas


Leon Espinoza

El manejo del terremoto da asco. La concertación, derrotada, inepta, cobarde, saca a luz su naturaleza de fuerza subordinada al empresariado y milicaje. Parece Golpe de Estado. La televisión hace la apología de la “manu militari”. La portada del diario La Cuarta del día miércoles es asquerosa, inmoral, fascista con todas sus letras. En una foto aparecen varios milicos reduciendo en el suelo, en la vereda de una calle de Concepción, a "supuestos saqueadores". A los muchachos los tienen en el suelo apuntándolos, casi apuñalándolos con el cañón de los fusiles en la espalda. Idem a las fotos del Golpe del 73. Pero la guinda de la torta es el titular con que la ilustran esta foto: "SE ACABÓ EL WEBEO SIÑURES". Tal cual. Las resonancias de la frase esa, los paralelismos y los subtextos que deslizan. Todo Chile sabe que quien decía "siñures" es el dictador Pinochet.

Otra vez son los "salvadores de la patria", los que garantizan la paz y tranquilidad extirpando a los vándalos- subversivos....y no es que la prensa y la Cuarta no tomen en cuenta la supuesta memoria histórica del país. Es muestra de que la lucha por la memoria la vuelven a ganar ellos. Que están orgullositos de su pasado, de sus "logros" y de su manera de construir país. Ellos vuelven a "poner orden".


¿Dónde está la supuesta conciencia nacional de los derechos humanos, de la fuerza de la ciudadanía, de la sociedad civil, construida por el Estado "democrático"? Nada. La Concertación se alió con los empresarios, se corrompieron administrando sistema y burocracia, destruyeron las organizaciones sociales, nunca apostaron a fortalecerlas y ahora golpean las puertas de los cuarteles.... Otra vez, y con la algarabía prepotente de la derecha que no nunca se cansa de pedir sangre.


Como muestra un ejemplo. Inmediatamente después del terremoto se declaró un incendio en Colina, al norte de Santiago, en una fábrica con elementos químicos, lo que hacía muy difícil apagar las llamas y al mismo tiempo generó una peligrosa nube tóxica que afectaba a la gente de la zona norte. Los bomberos NO PODIAN ENTRAR AL RECINTO para apagar el fuego porque no tenían permiso de los dueños. El gobernador les pide autorización y dicen que no. Que solo el lunes pueden hacerlo luego de que la aseguradora haga la evaluación...todo para poder cobrar el seguro!! El gobernador impotente....una mierda. El Estado, en este caso vale hongo. Pero si vale para sacar su "razón última" (FFAA) para proteger los hipermercados.


Con cinismo e hipocresía la prensa, la TV, los políticos de derecha y concertados se preguntan ¿de donde salieron estos lumpen que asolan mercados y viviendas?


Los mismos que han construido la economía más desigual, los que se solazan de haber constituido las formas de exclusión social más refinadas y efectivas (por lo poco explosivas) del continente, donde a cada ciudadano-consumidor se le entrega un cuchillo y una bolsita para sobrevivir como pueda en la selva mercantil, y se extrañan que ahora se les revienten en la cara los bolsones de miseria que ellos mismos crean y que mantienen domesticados a punta de clientelismo mediocre, de trabajos y sueldos de mierda que permiten acceder a un consumo precario pero "reconfortante".


Todos los días te dicen que hay que salvarse solo y como se pueda. Y ahora, es eso lo que la gente está aplicando: salvarse solo y como se pueda.


Desnudo el Estado, paralizadas las instituciones, desesperada la gente y ante las primeras señales de lo que parecía una inorgánica guerra de clases, la muy democrática clase política chilena clama por los milicos.


Y la derecha se soba las manos y afila los corvos y ya piden sangre a gritos. El martes , en la portada de la Segunda, diario capitalino, mostraban a la clase media alta de Concepción como se armaba para enfrentar a los saquedores. Las fotos los retrataban con pistolas y escopetas listos para la guerra.


Ahora mismo, Bachelet les asegura tranquilidad a los dirigentes de la CPC!! (la Confederación de la Producción y del comercio) a la Organización de los Dueños de Chile y les garantiza que no habrán más saqueos!!!!


La alcaldesa de Concepción, la fascista y popular Van Risselberger -con histeria histórica- dice que no habrá ayuda para las poblaciones que participaron de los saqueos.... tal cual.


Todo un manejo asqueroso. Nadie dice que en el supermercado "Líder" de Conce, cuando empezó la recuperación de alimentos, los que mejor actuaron fueron un par de carabineros que viendo la necesidad y la magnitud de la masa hambrienta, organizaron a la gente para que, haciendo una fila de mujeres, entraran a las bodegas y sacaran los alimentos y productos de primera necesidad. Todo bien hasta que después llegó el llamado de los dueños. Arriban las Fuerzas Especiales a reprimir y empieza el caos. Los ejemplos de la condición lacaya del gobierno frente a los empresarios son interminables.


Así termina la concertación, arrodillada al empresariado, golpeando cuarteles, derrotada, con miles de milicos en las calles, desprestigiada en el pueblo y permitiendo que la derecha más fascista vuelva con todo. Incluso dándose el lujo de rescatar y reparar la memoria de su sirviente favorito. El gobierno de Piñera dice que va a reconstruir Chile: lo primero que están reconstruyendo, sin ninguna vergüenza, es la imagen de Pin8.


Al mismo tiempo, miles buscan a sus familiares en medio de la desolación de millones que perdieron todo. Por las radios la gente trata de ubicar a sus parientes diciendo "Soy Juanita Perez, busco a mi hijo Luis Gonzalez que desapareció en el puerto de ..." . Se habla, nuevamente de desaparecidos con todas las resonancias históricas que trae esto. Pero este pueblo tiene fuerza. Y a pesar de todo aquí, seguimos tratando...

sábado, 6 de marzo de 2010

Michele Bachelet...presidenta chilena felicitaciones...


Presidenta a la altura de las circuntancias, pero las grandes cadenas siguen haciendo negocio con el dolor de las víctimas, los carajos nos hacer comprar igual y no dicen que asi ayudarán más.




La verdad, a veces duele... (CNN Chile)



Las razones del terremoto social o el país que hemos construido

Cualquier análisis que pretenda rigor y seriedad debe partir del reconocimiento de la intensidad y la extensión geográfica del terremoto seguido de tsunamis en numerosas localidades costeras de tres regiones, la madrugada del 27 de febrero, inscrito ya entre las peores de las muchas tragedias que ha sufrido este país a lo largo y ancho de su historia.

Pero eso no alcanza para justificar la pasmosa ineficacia, la descoordinación, la tardanza en la respuesta e incluso la crisis de diagnóstico que mostraron por igual las instancias de gobierno central, regional, local y municipal; la institucionalidad dispuesta para la emergencia; las fuerzas policiales, las fuerzas armadas y los servicios de salud; los servicios básicos como electricidad, agua potable, telefonía y telecomunicaciones, e incluso los medios de comunicación; lo cual no obstó para que en el nivel del discurso todo estuviera, en todo momento, “bajo control”.


Dos imágenes bastan para demostrar ese juicio, en general compartido por la ciudadanía.


Tal vez la más emblemática haya sido la descoordinación entre la Armada y la Oficina Nacional de Emergencia acerca de la existencia o no de riesgo de tsunami, transmitida profusamente por el sistema mediático, cuando éste ya había borrado de la faz de la tierra a poblados costeros completos y sembrado destrucción en ciudades más importantes, como Constitución y Talcahuano, donde barrió con una base naval, sin que hasta el momento haya una evaluación medianamente aproximada del número de desaparecidos.


Incluso el alcalde de Tomé, Eduardo Aguilera, denunció esta confusión como causa de la muerte de pobladores que desde los cerros regresaron a sus viviendas confiando en la información difundida por los medios.


La segunda no es menos elocuente. La primera ayuda que recibieron alrededor del mediodía del martes 2 los primeros habitantes de la traumatizada población de Concepción, consistente en víveres de la más elemental necesidad, tardó más de 72 horas después de producida la tragedia. Se trata de la segunda ciudad del país, y no de poblados remotos de los que no se tuviera noticia.


Y hay una tercera, que encierra ominosas interrogantes sobre el país que hemos construido, relativa al hecho de que en el primer plano de las preocupaciones de la autoridad, los políticos, la prensa e incluso de la población de las regiones afectadas haya estado la seguridad pública y por tanto la exigencia del despliegue de las Fuerzas Armadas; en lugar de la solidaridad de un ayer no tan lejano, el reconocerse como pueblo en la tragedia y el inicio de las tareas de la reconstrucción.

En suma, las dolorosas consecuencias de una catástrofe natural a las que este país está habitualmente expuesto, dejaron al descubierto no sólo la pedante insustancialidad del discurso de la modernidad, la eficiencia y el desarrollo, sino también las profundas fracturas de nuestra estratificada sociedad.


Carácter de clase de la tragedia

Por de pronto, y como siempre ocurre en estos desastres, el mayor castigo se abatió sobre los sectores más modestos y vulnerables de la población; sea por el material ligero de sus viviendas; por la ubicación de las mismas, en zonas periféricas, mayormente expuestas a las calamidades naturales, o por carencia de recursos para soportarlas una vez que se presentan. Más aún en este caso, cuando la tragedia llegó a fin de mes, con loshogares precariamente abastecidos y sin haber recibido ingresos salariales.


Una imagen proyectada por los medios de comunicación ilustra el carácter de clase que rápidamente asumen eventos como un sismo de estas proporciones. Casi sin excepción, los periodistas que relataban las impresionantes secuencias de los primeros saqueos de supermercados en Concepción colocaban el énfasis en el derecho de propiedad de los dueños de las cadenas, en lugar del hambre y la necesidad de la gente, en circunstancias de que ya habían pasado más de 36 horas desde el sismo, sin que hubiese llegado no ya ayuda, sino tan siquiera una orientación a esa martirizada población. Tanto es así, que el propio Horst Paulmann, todopoderoso dueño de la cadena Cencosud, llamó al orden a los periodistas a la salida de La Moneda, y les rogó encarecidamente omitir la palabra “saqueo”, por sus potenciales efectos de demostración y contagio.


Lo dijo después de haberse reunido por más de una hora con las autoridades de mayor rango del país en la propia sede del Gobierno, posibilidad que por cierto no tenían las masas desesperadas, lanzadas a la acción directa. Aunque de manera ambigua, quedó flotando la versión de que el Gobierno se haría cargo del costo de la mercadería saqueada. Por tanto cabe la pregunta ¿qué hubiera pasado si los dueños de las grandes cadenas de supermercados toman tempranamente la decisión de olvidarse por un momento de sus ganancias y distribuir la mercadería en la población? Tal vez se hubieran conjurado muchas de las impresionantes escenas que se pudieron observar en directo, o hubiesen descendido los niveles de tensión social, pero a esta altura eso queda en el terreno de la especulación.


En el mismo lodo todos revolcados


Otra cosa muy distinta son los saqueos perpetrados por bandas de lumpen organizado y armado, no sólo a grandes tiendas y pequeños establecimientos, sino también a atemorizados vecinos que intentaban defender sus pertenencias, tema que se verá más adelante, en otro contexto.


Pero ¿es saqueo o libre mercado la conducta de aquellos comerciantes que, aprovechando el contexto de la tragedia, elevaron productos como el pan hasta diez veces su valor? ¿es aceptable que personas de condición acomodada acapararan productos básicos que necesitaban los afectados, mientras otros, en regiones no castigadas por el sismo continuaban su vida como si nada? ¿qué pasa con la condena social a esas conductas igualmente deleznables?


Y una pregunta ineludible: ¿quién le responde a la gente por el enorme sufrimiento social derivado de tan manifiesta inoperancia en el manejo de la crisis?


Pavorosa ineficacia


Quizá convenga aclarar que no se trata de una crítica a conductas individuales. Nadie podría desconocer la oportuna reacción de la Presidenta de la República, que se puso personalmente a la cabeza del dispositivo de emergencia, o a la Directora de la ONEMI, que pasó a lo menos 48 horas ininterrumpidas sin dormir. Distinto es el caso de la alcaldesa de Concepción, que para disimular su propia ineptitud, incapacidad y falta de conducción, le endosó la responsabilidad al gobierno central, con argumentos de tan dudoso gusto como sugerir que éste había sido más expedito en enviar tropas a Haití que a las zonas afectadas por el cataclismo de la madrugada del 27 de febrero.


El problema es que el dispositivo no funcionó, o más bien lo hizo sólo en un sentido mediático, virtual, que en no pocas ocasiones causó más descoordinación y desconcierto, que sensación de orientación y liderazgo, sin perjuicio de la fractura entre la realidad y el discurso.

Y no podía ser de otra forma, porque lo primero que colapsó en este país, supuesto ejemplo de modernidad, fue toda la infraestructura de comunicaciones, incluidas las redes radiales de Carabineros y las Fuerzas Armadas, y las redes inalámbricas de telefonía celular. Con asombro, se pudo comprobar que ni la institucionalidad de la emergencia, ni siquiera las fuerzas policiales o las fuerzas armadas, contaban con una red de respaldo.


Todo bajo control


Sin embargo, a falta de comunicaciones efectivas, emergieron al punto tanto el prurito autoritario heredado de la dictadura, consistente en la obsesión de mantener todo bajo control así el mundo se esté cayendo, como la tendencia posmoderna de hacer pasar la realidad por el tamiz del marketing político, de forma que durante las primeras 24 horas predominó el discurso triunfalista en virtud del cual Chile, debido a su organización e infraestructura, había soportado de una manera más que aceptable un sismo que a otros países hubiera dejado literalmente en el suelo. Fue el día en que se discutió si lo que hubo fue marejada o tsunami, y que, como se encargó de señalar el diario The Washington Post, “la Mandataria sugirió que Chile no necesitaría ayuda internacional”.


Fuego cruzado


El punto de inflexión ocurrió a mediodía del domingo, con la imagen del desvalijamiento de un supermercado Líder en Concepción, ante una fuerza policial largamente sobrepasada, y a partir de ese momento, casi sin pausa, con los informes periodísticos y las imágenes de destrucción, que empezaron a llegar desde las áreas más lejanas, particularmente del borde costero de las regiones del Maule y el Bío-Bío.


La profusión de testimonios unánimes e inapelables de damnificados clamando por ayuda y reclamando por abandono hizo que el sentido del discurso cambiara hasta el extremo opuesto. Se empezó a hablar de una “tragedia sin parangón en nuestr

a historia”, mientras cada cual intentó salvar sus responsabilidades. Así, el Ministro de Defensa, calificó derechamente de erróneo el comportamiento de la Armada, respecto al aviso de tsunami; “gentileza” devuelta primero por el Comandante en Jefe de la FACh, quién aseguró que la institución tenía listos los aviones dos horas después del siniestro, pero "el problema fue que no nos llegó la orden; son otros los que deben indicar dónde ir y con qué ayuda”, (a lo que ésta replicó que había esperado por cuatro horas un helicóptero la mañana del terremoto) y luego por el Comandante en Jefe de la propia Armada, quién aseguró que se había enviado a la ONEMI un aviso radial por la banda de alta frecuencia alertando sobre la posibilidad de tsunami veinte minutos después del terremoto, reiterado doce minutos después por fax, tal como establecen los protocolos, sin perjuicio de lo cual reconoció que no se le informó con claridad a la Presidenta cuando ésta llamó por teléfono, a las 05:15 de la madrugada. El detalle es crítico, pues los reportes de las distintas localidades afectadas indican que el primero de los tsunami ocurrió a las O4:20 h. en Iloca, y el último a las 06:30 h. en Constitución.


Estado de excepción

La derecha, como de costumbre, a través de personajes como la alcaldesa de Concepción, Jacqueline van Rysselberghe, los presidentes del Senado y la Cámara de Diputados Jovino Novoa y Rodrigo Alvarez, y el propio Presidente electo Sebastián Piñera, redujeron el problema a “pillaje y vandalismo”, y por tanto dedicaron el resto del domingo a exigir despliegue de las Fuerzas Armadas en las calles, lo cual hizo la Presidenta al día siguiente. Decretó Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe en las dos regiones más afectadas, por un período de 30 días, y designó como responsable de garantizar el orden público en la región del Bío Bío, al jefe del Comando de Operaciones Terrestres del Ejército, General Guillermo Ramírez Chovar, y al General de Brigada Bosco Pesce Quappe, en la del Maule.


A partir de ese momento, el tema de la seguridad pública empezó a predominar sin contrapeso en el discurso oficial: “van a recibir todo el rigor que la ley contempla”, advirtió la mandataria; “las Fuerzas Armadas no se van a inhibir en el cumplimiento de su deber, usando las armas si fuese necesario”, tronó el Ministro de Hacienda. El día martes ya había doce mil efectivos militares en la zona del desastre.


Pérdida de musculatura


En el nivel del discurso, la cadena de desaciertos, descoordinaciones y declaraciones contradictorias se intentó conjurar, de una parte, con la apelación al colapso de los sistemas de comunicaciones, tesis enarbolada por la Ministra Armanet, y de otra, mediante la invocación de que este “no es el momento del análisis, sino el momento de la acción”, tesis de la Presidenta Bachelet, ni el momento de buscar responsabilidades, tesis del Ministro Pérez Yoma.


Sin embargo, es del todo evidente que la gravedad de la emergencia exige un análisis minucioso. Y en un primer nivel no puede resultar tan sorprendente la crisis en el manejo de la emergencia, si se consideran las tres décadas de impugnación a conceptos como planificación o proceso de toma de decisiones a nivel centralizado, así como las diatribas y descalificaciones contra el Estado, perpetradas en nombre de la eficiencia de un mercado tanto más eficiente cuanto mayormente desregulado. De esa manera cuando el aparato del Estado fue interpelado a fondo por una catástrofe de semejantes proporciones, quedó en evidencia que no sólo había perdido entrenamiento, sino también musculatura. En consecuencia, el resultado no podía ser muy distinto.


Lucro y rentabilidad


Enseguida, no se puede eludir las responsabilidades en el colapso de las redes de comunicación, de energía eléctrica, de agua potable y de infraestructura vial, así como en la caída o daño estructural irreparable en numerosos edificios de reciente construcción, incluso en el centro de uno de los símbolos de la arrogancia neoliberal, como la ciudad empresarial; más aún cuando desde hace tres décadas se viene machacando sobre la eficiencia de la empresa privada.


Seriamente no se puede especular acerca de qué hubiese pasado si esos servicios básicos e indispensables estuviesen en poder del Estado o bajo algún régimen de administración pública. Pero el hecho es que estaban en poder de conglomerados privados, cuya primera prioridad, si es que no única finalidad, es la ganancia, y la segunda, la rentabilidad de su inversión. Y el hecho es que 72 horas después de ocurrido el sismo, las zonas más afectadas por el desastre seguían sin energía eléctrica ni agua potable, lo cual generaba numerosos efectos en cascada, incluyendo, naturalmente, la violencia social.


Ciertamente, la debilidad del sistema de energía eléctrica, que ya se ha manifestado en múltiples ocasiones, es el problema principal, pues fue el detonante de la falla de los otros sistemas, como las redes de comunicaciones, las redes de agua potable, las redes de abastecimiento de combustible y las cadenas de supermercados. Es evidente que esa debilidad obedece, al menos en parte, a la huelga de inversiones que sostuvieron los consorcios transnacionales entre 2002 y 2007, mientras no lograron que el gobierno les asegurara la rentabilidad de las mismas, por la vía del incremento de las tarifas.


Las empresas sanitarias aducen que sin energía eléctrica no pueden hacer funcionar las redes de agua potable. Pero ¿qué otra cosa aparte de la ausencia de rentabilidad, les impidió distribuir agua potable mediante camiones cisterna? Claro, podrían argumentar la falta de combustible, y los distribuidores de combustibles alegarán la falta de energía eléctrica, tal como el gobierno imputó su impotencia a la caída del sistema de comunicaciones, y así recursivamente.


En este orgulloso Chile de la modernidad, nadie quiere aceptar sus responsabilidades.


No es accesorio reiterar la interrogante ¿qué hubiese pasado si el gremio de cadenas de supermercados decide el día sábado repartir mercadería en los sectores más azotados por la catástrofe? Con su nivel de interlocución con el Gobierno, igual hubieran logrado el pago de la cuenta, y así y todo, habría sido socialmente más barato para todos. Pero, como en un inmenso tablero de teoría de los juegos, cada cual eligió apostar por su interés individual.


Detrás del derrumbe


El mismo juicio merece el colapso de modernas autopistas concesionadas y la implosión o daños estructurales irremediables en centenares de elevados edificios recién entregados o incluso aún en construcción.

El obispo de Rancagua, Alejandro Goic, fue tajante: “ El hombre usa mal su libertad y por ganar unos pesos más llegamos a esta triste tragedia”, dijo en referencia a los innumerables casos de fallas estructurales en carreteras y edificios. Es evidente que esa fue una de las causas. Pero también están en las normas y protocolos de construcción, y en la supervisión de las mismas. Los ingentes recursos que orbitan en torno al negocio de la construcción parecen haber relajado el cumplimiento de la normativa por parte de ciertas empresas y la fiscalización de ciertos funcionarios de la institucionalidad supervisora.


Como fuere, los resultados están a la vista y nadie los puede desmentir.


Resulta irónico observar que los desvíos de la emblemática ruta sur concesionada pasan por antiguas rutas hoy relegadas a la condición de caleteras, construidas cuando la finalidad de las carreteras era la conectividad vial y no el pretexto para el lucro de grandes consorcios transnacionales, las que resistieron incólumes el terremoto.


En el caso de las autopistas hay por contrato seguros comprometidos. Pero en el caso de los edificios, ¿quién responderá a los propietarios de los departamentos?


El segundo terremoto


Queda para el final el análisis del problema más delicado, aquél que el Obispo de Concepción, Ricardo Ezzati denominó “un segundo terremoto” y que los más lúcidos reporteros de televisión describieron como un “terremoto social” de consecuencias casi más devastadoras que el de condición natural, y que obliga a interrogarnos acerca del tipo de sociedad hemos construido.


José Luis Ugarte, profesor de Derecho Laboral de la Universidad Diego Portales, formuló acertadamente la interrogante de la siguiente manera:


“¿Por qué en Chile apenas el orden se retira –cuando el brazo armado de la ley deja de atemorizar- los sectores más pobres se sienten con el legitimo derecho de saquear y tomar aquello que de otro modo –los legales- no alcanzan?”. Y la respondió también de manera atinada: “la sensación de injusticia y de exclusión altamente extendida entre los pobres –que tantas veces se ha diagnosticado como “escandalosa desigualdad”- hace que nuestra sociedad esté pegada con el mismo pegamento que esos edificios nuevos que hoy se derrumban”. E incluso da un paso más allá: “el terremoto –quién lo iba a decir- ha desnudado al capitalismo chileno mostrando vergonzosamente sus pies de barro. Ni nuestra mejor propaganda ni la de los organismos financieros puede esconder que a la hora de repartir entre todos nuestros beneficios, nos parecemos más a los países africanos que a los del primer mundo con los que nos gustaría compararnos”.


En ese cuadro, no sorprende que la derecha reduzca la complejidad del problema a “pillaje y vandalismo”, lo cual, consecuentemente, puede ser resuelto con mano dura y represión, porque eso está en su naturaleza genética.


Incluso tampoco es sorprendente que sectores de modesta condición, la clase más golpeada por la represión dictatorial, haya clamado por la presencia militar en las calles, puesto que la sensación de peligro, inseguridad y desamparo ante la eclosión social, fue una experiencia dramáticamente real.


También es cierto que el análisis fino debe distinguir entre el robo por necesidad y el saqueo del lumpen organizado, sin omitir que el Jefe de la Plaza de Concepción, general Ramírez, declaró que más del 60% de los llamados a las patrullas militares correspondían a psicosis colectiva.


Anomia social


En términos sociológicos, en las regiones asoladas por el terremoto se verificó de manera amplificada lo que Durkheim y Merton caracterizaron como anomia social, referida a la desviación o ruptura de las normas sociales, en concepto del primero, o a la disociación entre los objetivos culturales y el acceso de ciertos sectores a los medios necesarios, por lo que la relación entre los medios y los fines se debilita, en opinión del segundo. O en palabras de Ugarte, una falta de lealtad con la sociedad.


Pero ¿qué lealtad con la sociedad pueden sentir sectores triplemente marginados; marginados del reparto de los recursos; marginados de las oportunidades y marginados de la participación política y social? ¿Y quién puede lanzar la primera piedra en cuanto al respeto a las normas o exigir lealtad social después de tres décadas de prédica de individualismo, de loas al consumismo desenfrenado, de disolvente práctica del sálvese quién pueda y de descarada impunidad de los delincuentes de cuello y corbata?


Una vez más es útil la reflexión del profesor Ugarte: “es que pedir a tanto chileno que recibe el sueldo mínimo, que no tiene mayores derechos laborales ni quienes lo representen -en Chile los sindicatos no existen-; que no tienen ni salud ni educación pública de calidad, que de súbito muestre lealtad y compromiso -y no sólo miedo a la cárcel- con un modelo que los excluye, respetando el sagrado derecho de propiedad, es simplemente una ingenuidad que el terremoto ha hecho caer como la cúpula de la Divina Providencia”. A la inversa, agrega, “no es difícil entender por qué los ganadores en nuestro modelo –unos pocos- exhiben y exigen alta lealtad a las reglas, incluidas las que protegen de mejor manera sus triunfos, como es la propiedad. Lo difícil es pretender que los perdedores de siempre –nuestros eternos pobres- tengan lealtad hacia reglas que no sólo no han diseñado sino que mirada nuestra historia, han estado marcadas desde siempre a favor de los mismos”.


En suma, en primer y último término el problema es político y se inscribe en el proyecto de sociedad que han impuesto las elites en los últimos 35 años.


En sociedades desarrolladas, como Suecia u Holanda, o igualitarias, como Cuba, que han hecho ingentes esfuerzos por incluir y distribuir el producto entre todos, y donde existe alto grado de lealtad y cohesión social, son inimaginables escenas que dieron la vuelta al mundo como la convulsión social que sucedió a la convulsión telúrica, en este país ejemplo de modernidad.


Fascismo agazapado


A la inversa, en sociedades altamente desiguales, la cohesión y la lealtad social son sustituidas por la fuerza, la represión y el temor, que como se sabe, constituyen el caldo de cultivo para el desarrollo del fascismo, el cual, aunque en ciernes, no ha estado ausente en estos días de tragedia.


Expresiones filofascistas son aquellas imágenes que muestran hombres y muchachos enarbolando garrotes y armas arrojadizas para defenderse de las turbas vandálicas. A lo menos protofascista es el siguiente titular de un diario de circulación nacional: “Militares de toman las calles en Concepción: Se Acabó el Webeo, Siñures”, de intencionada connotación pinochetista; y derechamente fascista, es el afiebrado argumento de un columnista de la misma cadena periodística, para quién el origen del problema está en la “hegemonía ideológica de las doctrinas acerca de los derechos humanos” y en el hecho de que “por veinte años la Concertación no hizo sino debilitar el concepto mismo de "orden público".


Para decirlo en breve, el terremoto no fue sino un fogonazo de advertencia, a la luz del cual podemos observar el modo cómo treinta años de modelo económico excluyente y desigual han colocado a este país al borde del abismo.


No es fatal que caigamos en él. No es cierto que el hombre es el lobo del hombre, como muestra la correlación entre la llegada de la ayuda y el cese de los “zaqueoz”, para decirlo en palabras de un majadero reportero de televisión. No es cierto que la “cuestión social” se soluciona con mano dura y represión. A lo más posterga el problema al precio de profundizarlo en su base. No hay mejor garantía para la seguridad pública, e incluso para el derecho a la propiedad, que la justicia distributiva y un contrato social equitativo para todos los contratantes. Ergo, la única solución es el esfuerzo incesante, incansable, insobornable, de los sectores más lúcidos de la sociedad, orientado a generar las correlaciones que permitan avanzar en la construcción de sociedades más justas e igualitarias, en el ambiente más democrático que sea posible.


El problema consiste en que al menos por los próximos cuatro años, esa tarea se hará mucho más cuesta arriba.

viernes, 5 de marzo de 2010

jueves, 4 de marzo de 2010

Funan al alcalde Sabat en Ñuñoa




Fuente la Tercera

BBC Mundo: Los medios chilenos en tela de juicio por cobertura post terremoto

Como mucha gente viene constatando, la calidad de los grandes medios de comunicación chilenos deja bastante que desear, sensación que se ha multiplicado con algunas dudosas prácticas periodísticas que hemos observado en la cobertura de las consecuencias del terremoto y posterior tsunami. Para mostrar que no somos los únicos que lo decimos, les entregamos un artículo aparecido en la web de BBC Mundo. Paralelamente, un grupo de ciudadanos está haciendo circular una carta para manifestar su profunda molestia por la forma en que los canales de televisión han dado cobertura a la tragedia que ha enlutado a nuestro país.

Tiendas en el centro de Santiago que cerraron sus puertas por miedo a saqueos, vecinos armados hasta los dientes con palos y escopetas patrullando sus barrios…

Una psicosis colectiva parece haberse apoderado de muchas zonas afectadas por el terremoto en Chile, hasta el punto que el subsecretario del Interior, Patricio Rosende, informó haber recibido unos 1.000 llamados falsos de saqueos en la capital.

Mientras portales sociales como Facebook y Twitter rebosan con mensajes de gente avisando sobre supuestos asaltos y destrozos, alimentando aún más las llamas.

Muchos apuntan que los culpables de fondo de este clima de histeria son los medios de comunicación por exagerar la cobertura sobre los casos de pillaje.

(”Hay medios que informan de saqueos o asaltos masivos y eso genera una histeria colectiva”, dijo el colaborador de BBC Mundo, Rodrigo Bustamante, desde Santiago, agregando que sectores comerciales enteros cerraron sus puertas por temores -infundados- a saqueos).

Pero otros dicen que simplemente informaron sobre lo que ocurrió en realidad en el terreno.

“Basta recorrer las calles desiertas de Concepción para ver la evidencia de los saqueos: todas las grandes tiendas y supermercados tienen signos de destrozos intencionales. Vidrios rotos, mostradores arrancados y restos de mercadería por el piso”, contaba la enviada especial de BBC Mundo, Valeria Perasso, a esa ciudad.

SENSACIONALISMO

Entonces, ¿tienen los medios la culpa?

Según Eduardo Arriagada, profesor de periodismo de la Universidad Católica de Chile, éstos al comienzo informaron con cierta dosis de sensacionalismo sobre el caos, generando un efecto imitación al igual que ocurrió durante los disturbios en Venezuela por la crisis política y económica que atravesó el país en los años ´90.

Las imágenes de reporteros “empotrados” en las turbas, informando sobre saqueos como si se tratara de una zona de guerra, inundaron los televisores y eran retransmitidas una y otra vez.

Casi nunca se matizó que, en muchos casos, se trataba de la misma imagen (léase una versión de lo que muchos critican que ocurrió en Haití durante el terremoto que sufrió en enero).

“El martes por la tarde los medios finalmente rectificaron. Ahora en vez de mostrar saqueos, muestran militares repartiendo alimentos, y los diarios hacen énfasis en la solidaridad en sus portadas de esta mañana”, dijo Arriagada a BBC Mundo.

GOBIERNO BAJO LUPA

Los medios chilenos ahora muestran más soldados repartiendo ayuda que saqueos.
Sin embargo, el experto añadió que el fuego, aunque atizado por los medios, fue prendido por el Gobierno al reaccionar lentamente a la catástrofe, dejando lugares como Concepción como tierra de nadie dos noches consecutivas, dando la impresión a la gente de que la ayuda no llegaría.

“Los primeros soldados sólo llegaron el lunes y fueron tan pocos que había imágenes de ellos mirando impotentes mientras la gente desvalijaba los comercios, lo que aumentó aún más la sensación del sálvese quien pueda”, agregó Arriagada.

Muchos sostienen además que los medios, al ser los primeros en llegar a muchas zonas afectadas, empujaron a las autoridades a reaccionar más rápidamente de lo que habrían hecho.

Eso ocurrió sobre todo en áreas costeras azotadas por el maremoto, muchas de las cuales –valga el comentario- no fueron avisadas por el gobierno de que estaban en peligro.

Tal como escribió Andrés Azócar, director de la Escuela de Periodismo de la Universidad Diego Portales, “seguro, hubo estaciones que los repitieron en exceso, que alimentaron sus notas con música de terror y le agregaron entrevista efectista”.

Pero destacó que “la real dimensión de la crisis fue descrita por los medios antes que por las autoridades”, concluyendo que la crítica se ha exagerado.

Por Alfonso Daniels

Fuente: BBC Mundo

CIUDADANOS MOLESTOS CON LA COBERTURA QUE SOBRE LA TRAGEDIA ESTÁ REALIZANDO LA TELEVISIÓN CHILENA

Somos un grupo de ciudadanos que quisiéramos manifestar nuestra profunda molestia por la forma en que los canales de televisión han dado cobertura a la tragedia que ha enlutado a nuestro país.

Tenemos plena conciencia del rol informativo y de apoyo que deben cumplir los medios en estas circunstancias, y reconocemos su ayuda en la búsqueda de personas, la identificación de zonas damnificadas, entre otras acciones positivas.

Sin embargo, es en virtud del rol social que cumplen los medios de comunicación masiva y de la influencia que ellos tienen sobre el estado de ánimo de las personas y sobre sus emociones, que consideramos gravísimo el cariz que ha ido tomando la entrega informativa. Por razones que evidentemente tienen relación con el rating de los canales, éstos han enfocado sus transmisiones en lo peor de este horrible desastre, repitiendo una y otra vez las mismas escenas de desolación, dolor, impotencia y destrucción.

No obstante, todos sabemos que en este contexto dramático, también se han producido y no dejan de producirse situaciones y acciones de solidaridad, contención, compañerismo. Así como en algunas ciudades hay gente que está realizando actos de saqueo, otros están poniendo a disposición de los vecinos techo y comida. Así como hay personas que han perdido a todos sus seres queridos, otras familias han logrado reencontrarse después de horas y días de búsqueda. Así como hay personas que fallecieron bajo los escombros de casas y edificios, otras han podido ser rescatadas.

Instamos con fuerza a que los medios pongan toda su plataforma comunicacional al servicio de una reconstrucción anímica, individual y colectiva, en aras de no hacer aún más cruenta esta tragedia y promover un pronto apaciguamiento de los ánimos.

Los chilenos ya han comprendido la magnitud del desastre que ha azotado a nuestro territorio. Y creemos que no es necesario sumar a esta situación un terremoto anímico de consecuencias nefastas para el esfuerzo que todos y cada uno de los chilenos deberá desplegar en los próximos tiempos, en pos de la reconstrucción del país.

CARMEN SORIA GONZÁLEZ-VERA RUT 8.024.152-6

MARÍA JOSÉ DE LA BARRA HERNÁNDEZ RUT 7.812.937-9

DENISSE ARAYA CASTELLI RUT 7.256.692-0

RENÉ DÍAZ ALMONACID RUT 13.025202-8

ROSSANA MANCINI MENESES RUT 6.893.155-K

LIZET ALVARADO TORRES RUT 10.373.001-5

VERÓNICA SALAZAR DINAMARCA RUT.: 13.049.592-3

El Ciudadano